Sobre el bosque de mi mismo
atisbo el abismo
incandescente gorjea mi mente
desemboca mi mirada entre las alas
miríades atiborran el espacio de las nubes
depositaré mis pupulas en las copas
quizás por el techo de mi cielo
es que socavo el volumen de mi sombra
para empujar la antimateria de las ideas
vericuetos forman rapsodias allí
donde un trozo de luz asoma
se calcan en mis huesos
los huesos de otras memorias
caen en forma de lluvia
calcadas osamentas resilientes por sobre el vaho
se deshacen en rocío
los recuerdos de las noche moribundas
se filtran por la tierra de mis nervios
buscando el instante preciso
que los arrime al reflujo infinito de mis raices
para nutrirme
ante la explosión desesperada de la paloma
ya sea esta o el silencio su forma.
viernes, 2 de abril de 2010
miércoles, 31 de marzo de 2010
Haikus imperfectos
Ojo en el cielo
oscura la noche
un cráter en la luna
esconde horizontes con su negrura
pared de concreto
en la ventana una anciana en una silla
Otoño es bruma
la noche hecha cortina
enrolla rocío la aurora
por calles van cayendo
las hojas de la encina
le danzan al viento
el ojo de Otoño en el cielo
pintó de amarillo la vista
usó mi paleta en sus sueños
oscura la noche
un cráter en la luna
esconde horizontes con su negrura
pared de concreto
en la ventana una anciana en una silla
Otoño es bruma
la noche hecha cortina
enrolla rocío la aurora
por calles van cayendo
las hojas de la encina
le danzan al viento
el ojo de Otoño en el cielo
pintó de amarillo la vista
usó mi paleta en sus sueños
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